BOLETÍN DE PRENSA: Superluna Azul

El Observatorio Astronómico de Quito de la Escuela Politécnica Nacional nforma a la ciudadanía que el 30 de agosto de 2023, se producirá la segunda luna llena del presente mes (luna azul calendárica), evento que si podrá ser observado desde Ecuador.

El plenilunio o Luna llena es una fase lunar que sucede cuando la Tierra se encuentra situada exactamente entre el Sol y la Luna. En este momento, el ángulo de elongación o de fase de nuestro satélite es de 180◦ y la iluminación es del 100 %.

La noche del 30 de agosto, cerca de las 20h35 (hora del Ecuador continental), la Luna se encontrará a una distancia aproximada de 353 mil kilómetros, lo que dará lugar a que se produzca una superluna. En este momento, la Luna tendrá una magnitud de -12.41 y estará iluminada un 99.9 %. La superluna del 30 agosto se apreciará un 7.5% más grande y un 15.2% más brillante de lo normal.

La superluna azul será visible durante toda la noche ya que su orto se produce en el momento de la puesta del Sol, y su ocaso se produce durante la salida del Sol. En esta fase se pueden producir eclipses de luna. La Luna refleja la luz del Sol a la Tierra con la totalidad de su cara visible, por lo que se puede observar completamente circular y con una gran luminosidad. Una luna llena se produce cada 29.5 días cuando se completa el ciclo lunar.

El origen del nombre luna azul aún no se lo tiene claro. Ha estado presente por varios siglos (desdes hace 400 años), cuando el término significaba algo que nunca podría suceder, de ahí la expresión en inglés “once in a Blue Moon”. Una luna azul puede ser estacional o calendárica.

Luna azul estacional

Una luna azul estacional es la tercera luna llena en una estación climática con cuatro lunas llenas. Por lo general, cada estación (definida por los solsticios y los equinoccios) tiene tres meses y tres lunas llenas, pero a veces tiene lugar una cuarta luna llena.

Las lunas azules estacionales son relativamente raras. Normalmente se tiene 12 lunas llenas en un año astronómico, ya que un ciclo lunar dura aproximadamente un mes. Sin embargo, su duración exacta es de 29.5 días, lo que significa que se necesitan 354 días para completar 12 ciclos lunares. Esto es menos que los 365/366 días de un año. Entonces, cada 2.5 a 3 años, presenciamos una luna llena “adicional”, en una estación climática.

Una breve explicación del por que una luna azul estacional siempre es considerada como la tercera luna llena de las cuatro lunas llenas, se puede encontrar en el calendario eclesiástico cristiano. El clero católico identificó a la luna de la Cuaresma como la última luna llena del invierno y a la luna de la Pascua como la primera luna llena de la primavera. La cuarta luna llena alteró la disposición de las festividades de la Iglesia, la que fue marcada como una “luna de traición”. Para asegurar que la Cuaresma y la Pascua correspondieran con las lunas llenas adecuadas y que las otras festividades tuviesen lugar en sus fechas “correctas”, a la luna adicional se la ubicó como tercera.

Luna azul calendárica

La mayoría de las personas están familiarizadas con una luna azul calendárica, que es la segunda luna llena en un mes calendario con dos lunas llenas. Esta es la definición más popular que es el resultado de una mala interpretación de la definición de estacionalidad, error cometido por el astrónomo aficionado James Hugh Pruett, en 1946.

Las lunas azules calendáricas pueden ocurrir con más frecuencia que las estacionales. Sin embargo, no ocurren al mismo tiempo en todo el mundo, ya que las fechas exactas de la luna llena dependen de las zonas horarias.

Aunque se la llama “azul”, la luna real no tiene nada que ver con este color. En realizada se la observa en el cielo de color gris pálido o blanco. A veces, la luna puede verse azul, pero este fenómeno no se puede predecir y depende principalmente de las condiciones atmosféricas.

La próxima luna azul estacional será el 19 de agosto de 2024 a las 18h26 UTC.

Siempre es recomendable realizar la observación desde lugares libres de obstáculos y de la contaminación lumínica de la ciudad. La superluna se puede observar a simple vista, por lo que no es necesario usar binoculares o telescopios.

Es importante mencionar que la observación de este evento astronómico, solo es posible si las condiciones meteorológicas lo permiten.