BOLETÍN DE PRENSA: Luna de Flores

Figura 1: Ilustración artística de la Luna llena de flores. Créditos: OAQ.
El Observatorio Astronómico de Quito de la Escuela Politécnica Nacional se complace en informar a la ciudadanía que la noche del lunes 12 de mayo de 2025, la Luna alcanzará su fase de Luna llena, fenómeno que será visible desde todo el territorio ecuatoriano.
Desde tiempos ancestrales, diversas civilizaciones y tribus nativas americanas identificaban la Luna llena de mayo con el inicio del florecimiento primaveral. En muchas regiones del hemisferio norte, este periodo marcaba un notable aumento de la temperatura y un paisaje adornado con una gran variedad de flores coloridas. Por esta razón, esta fase lunar es conocida como la "Luna llena de flores".
El plenilunio ocurre cuando la Tierra se ubica entre el Sol y la Luna, generando un ángulo de elongación de 180° y permitiendo que la cara visible de nuestro satélite natural esté completamente iluminada, alcanzando una iluminación del 100 %. Esta fase lunar tiene lugar cada 29 días, cuando se completa un ciclo lunar. Durante este periodo, también es posible que ocurran eclipses de Luna.
Durante la noche del 12 de mayo, la Luna se encontrará a una distancia aproximada de 404,000 kilómetros de la Tierra y presentará una magnitud de -12.58. En astronomía, la magnitud se refiere al brillo aparente de un objeto celeste: cuanto más negativo es el valor, más brillante se observa. En este caso, una magnitud de -12.58 indica que la Luna estará extraordinariamente luminosa, siendo uno de los objetos más brillantes del cielo nocturno.
La Luna llena de flores será visible desde las 18:30 (hora de Ecuador continental) y podrá observarse durante toda la noche. Su orto —es decir, el momento en que aparece sobre el horizonte— coincidirá con la puesta del Sol, creando un hermoso contraste en el cielo. A lo largo de la noche, la Luna ascenderá, alcanzará su punto más alto en el cielo, y finalmente desaparecerá en su ocaso al amanecer, cuando se oculta en el horizonte opuesto justo cuando el Sol vuelve a salir.
Cuando la Luna se encuentra cerca del horizonte, suele presentar un color amarillento o anaranjado. Este efecto óptico se debe a que la luz lunar atraviesa una mayor cantidad de atmósfera terrestre, lo que dispersa las longitudes de onda más cortas del espectro (como el azul).
Para disfrutar de este evento astronómico se recomienda buscar lugares alejados de la contaminación lumínica. La Luna puede ser contemplada a simple vista, sin necesidad de telescopios ni binoculares. No obstante, su observación estará sujeta a que las condiciones meteorológicas sean favorables.