Plutón fue degradado a planeta enano por no cumplir con los tres criterios establecidos por la Unión Astronómica Internacional (IAU) para definir un planeta de tamaño completo. Estos criterios son:
Plutón no satisface el tercer criterio, esto significa que el planeta no es gravitacionalmente dominante, es decir, su fuerza gravitatoria no es suficiente para despejar el entorno de su órbita de otros cuerpos celestes.
Los asteroides son objetos rocosos mucho más pequeños que los planetas que orbitan alrededor del Sol. Son remanentes de la formación del Sistema Solar hace unos 4.600 millones de años, cuando colapsó una gran nube de gas y polvo, y la mayor parte del material cayó al centro formando el Sol. Otra parte del polvo se convirtió en planetas. Los asteroides son objetos que nunca tuvieron la oportunidad de incorporarse a los planetas.
La mayoría de los asteroides en nuestro Sistema Solar se encuentran en una región entre Marte y Júpiter conocida como cinturón de asteroides.
Los asteroides de menos de unos 25 metros se queman cuando entran en la atmósfera de la Tierra, por lo que causan poco o ningún daño. Por otro lado, si mide más de 25 metros y menos de un kilómetro (como el tamaño del parque La Carolina), el objeto rocoso probablemente causaría daños locales en el área de impacto. Se cree que cualquier cosa mayor de uno a dos kilómetros podría tener efectos devastadores en todo el mundo.
Al igual que los asteroides, se cree que los cometas son restos de la formación de planetas en el Sistema Solar hace unos 4.600 millones de años. Los cometas están compuestos de gases congelados como dióxido de carbono, metano y amoníaco, así como hielo de agua, en el que se incrustan partículas de polvo y material rocoso.
Los cometas habitan principalmente en dos regiones: el cinturón de Kuiper y la nube de Oort. El Cinturón de Kuiper es un disco compuesto principalmente por cuerpos helados que comienza aproximadamente en la órbita de Neptuno. La Nube de Oort está en los bordes de la influencia gravitacional del Sol.
Existen al menos tres tipos: los cometas de período corto, que orbitan alrededor del Sol en 200 años o menos, suelen ser objetos del Cinturón de Kuiper, los cometas de período largo que tardan cientos o miles de años en orbitar el Sol generalmente provienen de la Nube de Oort y los de tipo Halley, con órbitas más alargadas y periodos de decenas de años.
Cuando un cometa se acerca al Sol la radiación solar derrite su superficie liberando partículas de polvo que quedaron atrapadas en el hielo. Una combinación de presión de radiación solar y viento solar expulsa el gas y el polvo, formando dos colas separadas: la cola de iones y la cola de polvo.
Los meteoritos son objetos en el espacio, rocas espaciales que varían en tamaño desde granos de polvo hasta pequeños asteroides. Los meteoroides (fragmentos de cometas y asteroides) que entran en la atmósfera de la Tierra, o en la de cualquier otro planeta, a gran velocidad y se queman, se denominan meteoros. Si el meteoroide sobrevive al viaje a través de la atmósfera y golpea el suelo del planeta, se llama meteorito.
El lado oscuro de la Luna se refiere al hemisferio de la Luna que nunca puede verse desde la Tierra. En realidad, no es más oscuro que cualquier otra parte de la superficie de la Luna, ya que la luz del Sol cae por igual en todos los lados de la Luna.
La teoría principal es conocida como la hipótesis del protoplaneta, la cual dice que los objetos muy pequeños se pegaron entre sí a través de colisiones y se hicieron cada vez más grandes, lo suficientemente grandes como para formar gigantes gaseosos como Júpiter.
Desde el más pequeño al más grande: Mercurio, Marte, Venus, Tierra, Neptuno, Urano, Saturno, Júpiter.rión.
Desde el punto de vista geométrico, no se podría observar los anillos desde los polos. A medida que avanza hacia el ecuador, el anillo A del planeta comenzaría a aparecer en la latitud 66°. Todos los anillos A y B se harían visibles a los 52°; así hasta llegar al ecuador, donde aún se verían todos los anillos, pero muy delgados.
Las tormentas solares ocurren cuando el Sol emite enormes ráfagas de energía en forma de erupciones solares (pueden ser tan poderosas como miles de millones de bombas nucleares), esto envía una corriente de cargas eléctricas y campos magnéticos hacia la Tierra a una velocidad de aproximadamente 4´828 032 kilómetros por hora.
Cuando una tormenta solar golpea la Tierra genera una exhibición de luces en la atmósfera (que se pueden ver en áreas cercanas al Círculo Polar Ártico). Las tormentas solares no son peligrosas para los humanos en la superficie de la Tierra, donde la atmósfera nos protege. Sin embargo, éstas pueden ser peligrosas para nuestra tecnología y los satélites en órbita.
Son objetos, ya sea un asteroide o un cometa, que tienen una órbita que les permite acercarse a la Tierra y son lo suficientemente grandes como para causar un daño local significativo en caso de impacto (más de 140 metros).
Tanto la Tierra como la Luna han sido golpeadas muchas veces a lo largo de su existencia. La Luna, a diferencia de la Tierra no cuenta con procesos que pueden borrar la evidencia de impactos pasados: erosión, tectónica y vulcanismo.
El telescopio espacial Kepler de la NASA se lanzó en 2009 con la misión de determinar qué tan comunes son los planetas similares a la Tierra en la Vía Láctea, y desde entonces (en realidad, desde que se confirmó el primer mundo de este tipo orbitando una estrella similar al Sol en 1995), los científicos han encontrado más de 2.000 planetas extraterrestres. Las observaciones han mostrado que los planetas rocosos como el nuestro abundan en la galaxia, y algunos de gran potencial para albergar vida.
Un planeta es considerado apto para albergar vida cuando es relativamente pequeño (para que sea rocoso) y orbita en la zona habitable de su estrella (un lugar donde el agua puede existir en forma líquida en la superficie).
En el centro, la gravedad atrajo gran cantidad de polvo y la presión en el núcleo se hizo tan grande que los átomos de hidrógeno comenzaron a combinarse y formar helio, liberando una enorme cantidad de energía. Así nació el Sol.
La materia más lejana en el disco también se estaba agrupando, formando planetas. En otros casos, los planetas no se formaron, quedando el cinturón de asteroides que está hecho de trozos que nunca integraron un planeta. Otras piezas sobrantes más pequeñas se convirtieron en asteroides, cometas y lunas.
Sí, una estrella puede convertirse en un planeta, pero la condición para esto es que la estrella debe ser una enana marrón, la única clase de estrella con posibilidades de hacerlo entre los diferentes tipos de estrellas.
Normalmente, las estrellas se definen por tener suficiente masa para poseer fusión nuclear, provocando emisiones de luz. Sin embargo, aunque una enana marrón no lleve a cabo una fusión nuclear, está clasificada como estrella.
Se conocen cinco planetas desde la antigüedad (por la facilidad de verlos a simple vista): Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno.
Urano fue descubierto por el astrónomo inglés Sir William Herschel en 1781 y Neptuno fue descubierto por John Couch Adams en 1846.
Nuestro Sistema Solar es enorme. Su tamaño es difícil de definir porque no tiene un límite claro. Una forma de delimitarlo es a través de la ubicación de la heliopausa, la capa donde el viento solar y el medio interestelar tienen misma presión.
La Voyager 1 es el objeto más distante creado por el ser humano y que ha estado en el espacio durante más de 40 años, todavía no ha escapado a la influencia de nuestro Sol (la heliopausa).
La Voyager 1 se encuentra a unos 22.200 millones de kilómetros del Sol, casi cuatro veces la distancia desde el Sol hasta Plutón.